preview-full-BeforeAl darse cuenta de que la búsqueda de un nuevo emplazamiento se había convertido en una prioridad, la organización recurre a la pequeña Fundación Frees, de carácter familiar, en busca de ayuda.

Nancy Frees Fountain, directora gerente de la fundación, propuso el edificio vacante de la cantina cuando salió a subasta en una ejecución hipotecaria. Después de que una búsqueda de títulos e inspecciones estructurales y medioambientales despejaran el camino para comprar el edificio y el terreno, la Fundación Frees aporta 150.000 dólares por la propiedad, unos 8.000 dólares por encima del precio de venta.

"Cerramos el trato en septiembre de 2003 y empezamos a recaudar fondos para las renovaciones", dijo Daniel Montez, fundador y director general.